Los famosos dientes de leche, que en el pasado estaban asociados a simpáticas historias infantiles, en la actualidad son estudiados por la posibilidad concreta de obtener células madre a partir de los mismos. Las células madre o también conocidas como células stem o células tronco tienen la capacidad de convertirse en cualquier célula o tejido, abriendo posibilidades concretas en un futuro próximo de revolucionar la medicina.
Los dientes de leche tienen la capacidad de ser un dador concreto de células madre ya que su pulpa contiene el tan preciado material, además siendo de fácil extracción en comparación a las controvertidas células embrionarias.
Se espera recolectar células madres de los dientes ya que estas permanecen vivas hasta poco después de su caída. Presentan la ventaja que comparadas con las células madre adultas viven un período mayor de tiempo y crecen más rápidamente en los cultivos de laboratorio para inducir la formación de distintos tipos de células especializadas que permitan regeneraciones óseas, neuronales, recomposición de órganos, etc..
La genética convierte en realidad cosas que hasta hace pocos años atrás hubieran parecido historias de ciencia ficción dignas de una película de Hollywood. Específicamente en el campo odontológico un grupo de investigadores del Forsyth Institute y el Massachussets General Hospital de Boston viene llevando a cabo desde hace tiempo atrás estudios en la regeneración de piezas dentarias. La meta es desarrollar un diente vivo a partir de las células madre aplicando el conocimiento biológico de la forma del desarrollo dentario mediante un proceso de ingeniería genética.
El Instituto Forsyth ya ha llevado a cabo investigaciones en las cuales se ha tomado células madre o tronco de un ratón e implantarlas en su estómago. En el fueron manipuladas genéticamente para transformarlas en tejido dental e implantarlas en el mismo ratón. En experiencia anteriores ya habían logrado generar dientes de porcinos y realizar la implantación de los mismos en ratones de laboratorio. La expectativa de los científicos es la de poder regenerar dientes humanos con el mismo éxito que vienen teniendo en el laboratorio en ratones. Esperan poder regenerar dientes específicos con formas y tamaños mediante moldes biodegradables y biocompatibles que puedan ser absorbidos por el mismo organismo.