La aparición del virus en China, el CodVid-19, y su rápida propagación a diversos países hasta
convertirse en una pandemias revivió a los fantasmas que parecían olvidados. Trajo a la memoria las
trágicas situaciones similares por las que tuvo que pasar la humanidad. De todas ellas la que más se
destaca es la Peste Negra, por lo terrible de su mortalidad, se calcula provocó alrededor de 200
millones de muertos a lo largo de la historia. Se cree que la Plaga de Justiniano a mediados de los
años 500, también se debió a la peste bubónica. Pero la más grande y mortifera se originó en Asia
Central y fue llevada por los mongoles a Crimea, de ahi se traslado a través de los barcos mercantes a
Europa entre 1347 y 1353.
La peste era causada por la bacteria yersinia pestis. Los roedores, como las
ratas, portan esta enfermedad. Se propagaba por medio de sus pulgas. Las personas contraian la peste
cuando eran picadas por una pulga que porta la bacteria de esta enfermedad a partir del roedor
infectado. La manifestación de los primeros síntomas, incluían inflamación de los nódulos del sistema
linfático en las ingles, las axilas o el cuello, lo que era acompañado de fiebre alta y supuraciones.
La denominación “peste bubónica” deriva del nombre que recibía el ganglio linfático inflamado: “bubón”.
Los ganglios linfáticos inflamados se volvían de color negro después de un tiempo, debido a las
hemorragias internas que se generaban, lo que hizo conocerla como “peste negra”. Se estima que entre el
30 % y el 60 % de la población europea falleció desde que comenzo el brote hasta la mitad del siglo
XIV. Alrededor de 25 millones de muertos se producieron en Europa otros 40 a 60 millones en África y
Asia. La aparición de nuevos brotes de la peste en años posteriores elevo el número de muertes hasta
una cifra de 200 millones. Alugnas ciudades europeas como Florencia o Paris perdieron más de la mitad
de su población.En esta época se empezó a utilizar el concepto del aislamiento bajo el nombre de
"cuarentena", que se deriva de la frase italiana quaranta giorni, que significa ‘cuarenta días’. La
cantidad de días no tienen una explicación cierta, pero se la relaciona con motivos religiosos. Comenzó
aplicarse a los bracos que llegaban a los puertos italianos y luego se hizo extensivo a la población.
Una figura que sobresalía en estas terribles circuns- tancias, era la del médico de la peste. Médicos
especialistas, que se atrevían a tratar a infectados por el mal y buscaban evitar la propagación de la
plaga. Su salario era pagado por la ciudad a la cual brindaban su servicio, por lo que estaban
encargados de atender a todos pobres o ricos. Separados de la comunidad en tiempos de peste vivian
aislados mientras durara la plaga, estaban expuestos al riesgo del contagio diariamente. Eran los
encargados de entrar a las casas de los enfermos, suministrarle algún tratamiento y hacerse cargo de
los cuerpos de los muertos. El trabajo que realizaban era sumamente peligroso, por eso recibían
privilegios especiales y dentro de las comunidades eran muy considerados, se les pagaba buenos salarios
para la época.Su figura es reconocida en la historia por el atuendo tan particular que llevaban, pero
en realidad no se empezó a usar sino hasta el siglo XVII. La llamativa vestimenta fue inventada por
Charles de Lorme en 1630 y se utilizó por primera vez en la ciudad de París. Luego su uso se extendió
por toda Europa. El traje se usaba como protección, se componía de una túnica de tela gruesa encerada,
una máscara que tenía lentes de vidrio y una nariz cónica con forma de pico.
Completaba el equipo
guantes de cuero y un bastón de madera con el que examinaban los enfermos sin tener que tocarlos.El
pico de la máscara se rellenaba con sustancias aromaticas (menta, mirra, laúdano, alcanfor, etc.) y
paja, se suponía que servia para protejerse contra el olor pestilente que emanaban los enfermos.
También se suponía que los protegía del contagio, ya que entendían que se producía el contagio por el
aire. Una figura muy conocida de la historia también fue médico de la peste, Michel Nostradamus. El se
destacó y sentó bases para tratar la enfermedad como: eliminar cuerpos infectados, tomar aire fresco,
tomar agua limpia, y beber un jugo preparado con rosa mosqueta. También recomendaba no sangrar a los
enfermos.