Diabetes y Relación Dental
La enfermedad periodontal y la diabetes son enfermedades crónicas con cada vez más prevalencia en todo el mundo. Se estima que alrededor de un 90% de la población puede sufrir algún tipo de enfermedad infecciosa bucal, y hasta un 50% de los adultos sufre de periodontitis. Por otra parte, la OMS predice que 439 millones de personas padecerán diabetes en el año 2030 (actualmente son 346 millones).
La periodontitis como enfermedad inflamatoria crónica inicia por una infección microbiana y desencadena una respuesta inmune que puede provocar la destrucción del tejido conectivo, del hueso alveolar y la pérdida del diente.
La diabetes viene precedido por un proceso inflamatorio, que conduce a una disfunción de las células Beta pancreáticas y su apoptosis, y favorece el desarrollo de resistencias a la insulina.
Estas comorbilidades que provocan una respuesta inflamatoria del sistema inmune aparentemente están relacionadas.
Estudios epidemiológicos relacionan la pérdida de inserción dental con un incremento de los niveles de HbA1c. Pero la evidencia es escasa. Faltan estudios más representativos de la población global y usar una definición universal de enfermedad periodontal.
Uno de los principales responsables de la patogénesis de la diabetes y sus complicaciones asociadas es un sistema inmune mal regulado. Los cambios sistémicos en el nivel de las citoquinas son fundamentales para la patogénesis de Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), estos cambios inmunes pueden suponer resistencias a la insulina y la apoptosis de los islotes de Langerhans (células Beta, productoras de insulina) que conducen a un déficit de insulina.
El análisis de las citoquinas es crítico en el diagnóstico pre-clínico, desarrollo y tratamiento de la diabetes. La diabetes puede alterar el perfil de citoquinas de forma cualitativa y cuantitativa en los pacientes con enfermedad periodontal.
Los niveles de citoquinas proinflamatorias se ven incrementados en pacientes con diabetes y periodontitis en comparación con aquellos pacientes sin diabetes y nivel de periodontitis similar.
La hiperglucemia provocada por la diabetes puede llevar a la desregulación de las respuestas inmunes mediante efectos directos en las células inmunes. También puede conducir al estrés oxidativo a través de un número de rutas con los efectos correspondientes en la respuesta inflamatoria, pero no existe la suficiente evidencia para establecer la relación con la patogénesis de la periodontitis.
Los pacientes con diabetes tienen entre 2 y 3 veces más riesgo de desarrollar periodontitis crónica. De hecho se considera a la enfermedad periodontal como la sexta complicación de la diabetes después de la hipertensión, el accidente cerebro-vascular, la enfermedad coronaria, la enfermedad renal y la retinopatía.
Un tratamiento efectivo contra la periodontitis puede modificar el control glucémico, es posible que el tratamiento periodontal pueda contribuir al programa de tratamiento de los pacientes, beneficiándose de cambios en estilo de vida y medicación. Así, el tratamiento periodontal puede mejorar los parámetros metabólicos, midiendo HbA1c.
Para evitar la aparición de la enfermedad periodontal es imprescindible una prevención diaria. El Control glucémico puede mejorar el sangrado en el sondaje en los pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2, disminuye el riesgo de aparición de enfermedad periodontal y disminuye el riesgo de sufrir complicaciones bucales.