Arte y Odontología
“La niña del pañuelo” es una obra de María Blanchard (1881-1932) quien fue una destacada pintora cubista de la llamada Escuela de París.
María Gutiérrez Cueto, nació en Santander, España, en 1881, en el seno de una familia burguesa acomodada: su abuelo y su padre fueron directores del periódico El Atlántico. María nació con una gran deformidad corporal, debida a una cifoescoliosis con doble desviación de columna, que marcaría toda su vida y le produciría gran sufrimiento psicológico. Sin embargo, durante su infancia contó con los beneficios de un ambiente familiar culto y estimulante, en el que su padre alentó su interés por el arte. María adoptó el apellido Blanchard de su abuelo materno. Tal vez influída por su infancia, tan marcada por su problema vertebral, la obra pictórica de María Blanchard presta especial atención a las representaciones de la enfermedad y el dolor, especialmente en niños o adolescentes.
Tras un período de formación en Madrid, con Emilio Sala y Fernando Álvarez de Sotomayor, en 1909 obtuvo una beca para ampliar estudios en París, donde tuvo de profesor a Hermen Anglada Camarasa. Allí entró en contacto con pintores como Diego Rivera, Juan Gris, Angelina Beloff y Jacques Lipchitz. Fué amiga íntima de Picasso y pasó a la historia del arte como una sombra, casi desapercibida, pese a su innegable originalidad y a la huella indeleble que dejó en las vanguardias artísticas.
Tras una fructífera época cubista fue reemplazando el cubismo por una pintura diferente, retornó a un naturalismo de corte muy personal, como en el cuadro “La niña del pañuelo”. No fue la única pintura sobre este tema, ya que en su obra “Dolor de muelas”, reaparece la temática dental. En todas estas pinturas Blanchard representa a una niña de 4 o 5 años de edad, con la cabeza ligeramente inclinada y con un pañuelo anudado en la parte superior de la cabeza. La práctica de colocar un pañuelo anudado estaba muy extendida, en un intento de calmar la inflamación y el dolor de muelas. En alguna de las obras pintadas por María Blanchard la niña se toca la cara con la mano, denotando el dolor que sentía, posiblemente causado por un flemón como consecuencia de una caries en una pieza del maxilar inferior izquierdo. El color apagado y los tonos oscuros que la pintora elige para estas telas aumentan el dramatismo de la escena y inducen a la compasión del espectador. El fondo, de color gris-marrón se enseñorea de las obras y se refleja en la ropa de la pequeña. Unos cuadros sin duda muy peculiares, que demuestran la fuerza y vigorosa personalidad de la pintora, interesada en el tema del padecimiento y de la enfermedad. María Blanchard , pese a tener una vida corta para nuestros días, ya que falleció en 1932 a sus cincuenta y un años, nos legó una obra muy prolífica y cargada de matices. Su fama llegó después de su muerte. En la actualidad, Blanchard se ha consolidado como una pintora muy afamada. Sus obras se observan en museos y colecciones de todo el mundo.
‘’Cambiaría toda mi obra por un poco de belleza’’ es una de las oraciones más famosas de Blanchard. Manifiesta la pesadumbre que le provocó su enfermedad, no solo a nivel del dolor, sino por su aspecto físico alejado de la norma.
Imagen: María Blanchard,
La niña del pañuelo (1927). Óleo sobre lienzo.