Dentistas Olímpicos
La odontología y el deporte de alto rendimiento pueden parecer dos mundos separados, pero varios dentistas han demostrado que es posible destacar tanto en los consultorios como en los escenarios deportivos más exigentes. Uno de ellos es el Dr. Edward D. Shumaker, quien representó a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1932 en Los Ángeles, compitiendo en la disciplina de tiro deportivo. Shumaker nació en 1896 en Pensilvania, sirvió en el cuerpo médico durante la Primera Guerra Mundial donde no portaba armas de fuego. Después de la guerra se instaló en el condado de Harrison para ejercer la odontología. Si bien muchos atletas entrenan durante años sólo para tener la oportunidad de competir en los Juegos Olímpicos, ese no fue el caso de Shumaker.
Se inició en el tiro con rifle sólo seis meses antes de clasificarse para el equipo estadounidense. A pesar de su poca experiencia fue un gran tirador demostrando una habilidad notable. El evento olímpico de rifle se llevó a cabo el 13 de agosto de 1932 en Elysian Park en Los Ángeles. Un total de 26 hombres de nueve países diferentes compitieron por la medalla de oro. Los atletas dispararon desde una posición boca abajo, a una distancia de 50 metros. Shumaker empató en el puesto 13. Su arma preferida fue el Winchester Modelo 52, un rifle de cerrojo calibre .22, considerado una de las mejores armas jamás fabricadas. A lo largo de los años, otros deportistas con formación en odontología han demostrado que la pasión por el deporte y la dedicación a la salud bucal pueden complementarse de manera admirable.
El legendario nadador Mark Spitz, ganador de nueve medallas olímpicas de oro, estudió odontología en la Universidad de Indiana entre 1968 y 1972 pero abandonó sus estudios para dedicarse por completo a la natación. Spitz ganó dos medallas doradas en 1968, en los Juegos Olímpicos de México y en 1972 en los Juegos Olímpicos de Múnich un total de siete medallas de oro.
Un norteamericano que destacó en levantamiento de pesas fue Pete T. George quien obtuvo un impresionante récord olímpico. Además ganó cinco campeonatos mundiales y fue dos veces subcampeón de ese título. También ganó dos medallas de oro en los Juegos Panamericanos (1951 y 1955) y fue cinco veces campeón nacional. Pete George asistió a la Universidad Estatal de Kent y luego a la facultad de odontología de la Universidad Estatal de Ohio. Se convirtió en ortodoncista en ejercicio en Hawái y se desempeñó como profesor en la Universidad de Hawái y cumplió un mandato como presidente de la Asociación Dental Hawaiana.
La participación de dentistas en deportes de alto rendimiento subraya cómo la disciplina, la precisión y la concentración necesarias en la odontología también pueden ser aplicadas al deporte. Estas habilidades son esenciales tanto para ofrecer una atención de calidad a los pacientes como para destacar en la competición deportiva. El deporte no solo es una vía para el desarrollo físico, sino también un medio para alcanzar un equilibrio entre el trabajo profesional y la realización personal. El estrés diario del trabajo clínico puede encontrar una válvula de escape positiva en el deporte, lo que resulta en un estilo de vida más saludable y equilibrado. Los dentistas deportistas son ejemplos de cómo la pasión por la odontología y el deporte pueden coexistir y complementarse mutuamente. La dedicación a la salud bucal no excluye la posibilidad de brillar en el deporte de élite, sino que pueden ser el complemento perfecto para una vida plena.