Detección Temprana: Lengua Geográfica

La glositis migratoria benigna es una alteración que afecta a la lengua, que va cambiando de sitio y que es benigna. También recibe el nombre de lengua geográfica.

La lengua geográfica es una alteración de carácter inflamatorio, no contagiosa, que suele comenzar en la infancia. Suele ser crónica, persistiendo durante años, aunque con periodos de mejoría, dependiendo de varios factores, entre ellos el más relacionado es el estrés.

El Odontopediatra juega un rol importante en la detección precoz de patologías orales en edades tempranas. Es el primero que tiene contacto con el niño y es el detector de lesiones en boca, como la lengua geográfica. Pero también es motivo de consulta de los padres, una lesión de color rojizo que aparece y desaparece y que alarma. Es de suma importancia transmitir y tranquilizar a los padres. Se trata de una lesión benigna, que generalmente no requiere tratamiento.

Inicialmente hay una placa muy pequeña de color blanquecino que se va extendiendo hacia los bordes de la lengua; progresivamente van apareciendo círculos y anillos de forma irregular que conforman una serie de dibujos con el aspecto de un mapa geográfico, cambiando su forma con el paso de los días. El borde de las lesiones es blanquecino (por eso se confunde con una infección por hongos), pero el centro del anillo está liso y enrojecido, causando en ocasiones ardor en las zonas afectadas.

La pérdida de las papilas gustativas no altera el sentido del gusto ya que ocurre de forma superficial, muy localizada y la renovación es rápida y constante. No suele doler, pero si está muy afectada la superficie lingual se puede notar quemazón y escozor.

No se conocen con exactitud las causas. Parece estar influenciada por factores infecciosos, deficiencias nutricionales, factores emocionales como el estrés y la ansiedad, irritantes (alimentos calientes, ácidos, picantes), reflujo gastroesofágico, alcohol, tabaco, asma, psoriasis, celiaquía, rinitis y dermatitis atópica.

Cada episodio es variable en el tiempo, de menos de una semana a  más de un mes. Las lesiones tienden a cambiar de ubicación, diseño y tamaño en cuestión de minutos u horas. Van variando cada día, cambiando el aspecto del mapa geográfico lingual. Lo más frecuente es que curse en brotes, apareciendo y desapareciendo durante épocas de la vida.

El diagnóstico se realiza con la exploración física directa de la lengua. Hay que realizar una historia clínica detallada y una analítica sanguínea.Es aconsejable realizar estudio de alergia debido a su asociación con alteraciones del sistema inmunológico.

Aunque no existe un tratamiento específico, debido a su frecuencia y a las molestias que origina (leves pero persistentes), pueden realizarse una serie de medidas que ayudarán al paciente a sentirse mejor.

Eliminar factores irritantes (alcohol, tabaco, alimentos picantes, calientes, cítricos)

Mantener una adecuada higiene oral. Cepillado de dientes y lengua.

Uso de colutorios con ácido hialurónico que ayudan a regenerar las papilas de forma más rápida. Se pueden utilizar colutorios con anestésicos locales o aplicación de corticoides en la zona de forma directa.

La lengua geográfica es relativamente común: se calcula que la presenta 3% de la población (también más las mujeres que los hombres), y como se desconoce su causa, no se dispone de ningún tratamiento específico.