Enfermedades de la Boca y Epigenética
Probablemente menos del 2% de las enfermedades que sufre la población mundial tengan un origen genético. Las dolencias más comunes actualmente llamadas enfermedades complejas o multifactoriales como la diabetes, las enfermedades del corazón, el cáncer y los problemas dentales no son el resultado de un solo gen sino de la interacción entre múltiples genes y sobre todo de los factores medio ambientales.
En la década de 1990 el hombre consiguió descifrar el genoma humano. Desde entonces, los científicos han aprendido que quizás más importante que el genoma es el epigenoma, es decir, el sistema que regula la expresión de nuestros genes. La epigenética ha avanzado mucho, enseñándonos cómo influye en la mayoría de enfermedades crónicas y en nuestra esperanza de vida.
La idea de que hay “bocas malas de nacimiento” y que la genetica controla la biología dental es una suposición muy extendida, sobre todo para quienes buscan excusas para el cuidado dental. La realidad es lo contrario, en lo que se refiere a problemas orales la influencia del ambiente es primordial. Por supuesto que existen dientes o encías de mejor o peor calidad y oclusiones (mordida) más traumáticas, pero lo que desencadena las enfermedades más comunes de la boca es el ambiente que les rodea.
Tras la finalización del Proyecto Genoma Humano en el 2003, los científicos se han dado cuenta de que hay mucho más que genes en el funcionamiento celular, el desarrollo, el envejecimiento y muchas enfermedades. La idea que se tenía hace pocos años de que los seres humanos son sólo fundamentalmente lo que está escrito en los genes desde su concepción, está cambiando a pasos agigantados, para dar paso a la epigenética.
La epigenética (del grigo epi, en o sobre, la genética) es un término acuñado por Conrad Hal Waddington en 1942 para referirse al estudio de las interacciones entre genes y ambiente que se producen en los organismos. Estudia la influencia del medio ambiente y las condiciones exteriores sobre los genes. Literalmente significa “control sobre la genética”.
El epigenoma es muy importante para la expresión de genes (qué genes están activos o inactivos) y, por lo tanto, para la función celular en su conjunto. Los genes no son algo inamovible y determinante como se creía hasta ahora. Las influencias del medio ambiente, incluyendo la nutrición, el estrés y las emociones, pueden modificar los genes, sin cambiar la secuencia básica del ADN.
Las enfermedades de origen genético, síndromes y enfermedades sistémicas, que tienen manifestación a nivel bucal afectan maxilares, proceso de erupción dentaria y en general el resto de la cavidad bucal.
En un número significativo de pacientes son derivadas de alteraciones inducidas epigenéticamente (ambiente) y no a genes defectuosos, estos únicamente determinan el perfil de riesgo pero no el “destino” de la salud bucal.