Estudiando la Halitosis

El diagnóstico rápido de patologías, incluyendo las oncológicas, es un reto importante en la práctica médica. El mal aliento se asocia comúnmente con patologías bucales locales, pero rara vez se utiliza para diagnosticar enfermedades sistémicas o patologías remotas.

Los malos olores orales no son todos iguales. Existen diferentes tipos, como la ozaena, la ozostomía, la halitosis y la estomatodisodia. El uso de la cromatografía de gases (CG) se emplea para evaluar los malos olores orales.

La investigación sobre el aliento exhalado está emergiendo como un método prometedor para el diagnóstico de patologías remotas y comorbilidades asociadas. El objetivo es proporcionar un diagnóstico rápido, preciso, fiable y asequible mediante la identificación de patrones específicos de compuestos orgánicos volátiles (COV) derivados de patologías particulares.

Los malos olores corporales provienen principalmente de la boca y otros órganos. El mal aliento puede tener causas orales y no orales. La tecnología de química analítica de gases volátiles, como la cromatografía de gases (CG), permite la detección precisa de moléculas específicas. Aunque el diagnóstico definitivo se obtiene a través de biopsias histopatológicas, se necesitan indicadores alternativos con métodos no invasivos para agilizar el proceso diagnóstico, reducir costos y evitar retrasos. Se requieren técnicas más simples que faciliten el uso de olores como herramienta clínica para un diagnóstico preciso. Los animales pueden detectar olores ultradiluidos, y los caninos tienen una mayor sensibilidad a los olores, pudiendo detectar olores procedentes de cánceres.

La cromatografía de gases como método clínico no invasivo puede ser una herramienta muy útil para indicar si la biopsia invasiva es necesaria para obtener diagnósticos fiables. Los olores pueden clasificarse según su origen. El fetor-oris tiene su origen en causas orales, como el biofilm dental/lingual; la ozaena y la ozostomía derivan de órganos situados por encima de la carina (nariz, faringe, laringe y senos paranasales), mientras que la estomatodisodia proviene de órganos por debajo de la carina (bronquios, pulmones y pleura). Las causas orales llamadas halitosis son principalmente de origen bacteriano, procedentes de patologías de tejidos blandos como gingivitis, periodontitis o caries dental. Las causas no orales de mal olor oral pueden estar relacionadas con patologías del sistema nervioso central, como la existencia de un tumor cerebral.

Se suele denominar ozaena al mal olor procedente de la nariz y ozostomía cuando se origina en cualquiera de los senos craneales, la faringe, la laringe, las amígdalas o las adenoides, por encima de la carina. La percepción subjetiva del olfato humano depende principalmente de los compuestos sulfurosos volátiles (CSV). Existen aparatos clínicos con detectores-sensores de CSV para medirlos, pero no detectan otras moléculas o compuestos diagnósticos indicativos. El aliento exhalado es una mezcla volátil compleja de diversas matrices de aire atomizado que contiene muchos metabolitos volátiles, también conocidos como compuestos orgánicos volátiles (COV). Estos proceden tanto de las reacciones fisiológicas en el organismo como de los gases y partículas inhalados del medio ambiente.

La infección estimula cascadas metabólicas/catabólicas específicas en el organismo, lo que induce respuestas inmunitarias que generan distintos patrones de COV detectables en el aliento. Los patógenos microbianos también tienen sus propios procesos metabólicos, cuyos productos pueden identificarse en el aliento. El análisis mediante cromatografía de gases-espectrometría de masas (CG-EM) es un método técnico que separa los compuestos volátiles del aliento exhalado y proporciona datos de espectroscopia de masas que constituyen una antología recuperable de picos con patrones de distintos tamaños, formas y contornos, dependiendo de la concentración y la composición química de los compuestos. El aliento, una muestra infrautilizada para el diagnóstico de enfermedades infecciosas, es un recurso prácticamente inagotable que el organismo produce constantemente. Se puede recolectar un volumen considerable de forma rápida y sencilla, y, con ciertos métodos, los compuestos volátiles del aliento se pueden concentrar para obtener una mayor sensibilidad.

Se han identificado malos olores orales específicos que indican la presencia de cánceres en diversos órganos: cáncer de pulmón, cáncer de ovario, cáncer de mama en fase avanzada, melanomas y cáncer colorrectal. Los resultados falsos positivos y falsos negativos son poco frecuentes (sensibilidad y especificidad), y la CG-EM ofrece un medio de diagnóstico preciso y accesible para el análisis.

La molécula marcadora específica del cáncer se produce en pequeñas cantidades y se emana del cuerpo. Se supone que un cambio metabólico oncológico en el cuerpo generará olores singulares del metabolismo, presentes en el aliento exhalado, y que pueden identificarse con un detector de gases-espectrometría de masas (CG-EM), aunque las biopsias o muestras histopatológicas siguen siendo el “patrón oro” definitivo para el diagnóstico confirmatorio de cáncer.