Perros de Asistencia en Consultorios Dentales
Hace muchos años que sabemos que el vínculo con los animales ayuda a las personas a sentirse mejor y en base a esta creencia se han creado muchisimos programas de terapias asistidas con animales.
Un perro de terapias es un animal cuidadosamente entrenado para ayudar a mejorar la salud de las personas: se incorpora como parte del tratamiento y su labor es esencial para mejorar la salud física, mental y emocional de los pacientes.
En las terapias asistidas con animales el perro tiene el importante rol de ayudar al terapeuta a captar la atención del paciente y, sobretodo, a tranquilizarlo. Hoy en día es frecuente encontrar actividades lúdicas, terapéuticas y/o educativas asistidas por perros en la programación de colegios, residencias de ancianos, escuelas de educación especial, centros penitenciarios e incluso en hospitales y consultorios dentales. Esto es gracias a la enorme cantidad de beneficios que sabemos que aporta la presencia de un perro en estos contextos.
Algunos conocidos perros de asistencia:
“Humphrey” es un perro que ayuda a superar el miedo al dentista. Se ha convertido en el mejor amigo de los pacientes de un dentista de Seattle (EEUU). Es de raza Labradoodle (cruza de labrador y caniche) y tiene efectos relajantes para las personas que están nerviosas. El animal ha recibido un entrenamiento especial para poder calmar a los pacientes que no pueden evitar los nervios y el miedo al visitar al dentista. Acariciar a ‘Humphrey’ parece ser una gran solución para que que ciertos pacientes puedan tener una visita más llevadera al dentista.
“Zucca”, es una perra labradora de Chile que ayuda a niños con autismo en sus estresantes visitas al dentista. El padre de un menor con esta condición descubrió que su hijo se calmaba cuando estaba acompañado de su perra. Desde entonces el pequeño va acompañado del animal siempre que se somete a alguna situación de estrés. Los niños con autismo se caracterizan por tener dificultades para comunicarse e interactuar, pero desarrollan un fuerte vínculo con los perros, sobre todo con las hembras, porque resisten los comportamientos disruptivos y agresivos de los pequeños. Los animales educados para terapia acompañan a los niños en todo momento, sobre todo cuando se sabe que se van a enfrentarse a una situación desconocida para ellos.
“Jojo” una Golden Retriever que ya tenía experiencia laboral como perro de terapia acude a una clínica de odontología pediátrica en la ciudad de Nothbrook, en el estado de Illinois (EEUU). Forma parte del equipo y en la página web aparece como un miembro más del personal. Pacientes que antes necesitaban sedantes para relajarse ya no lo requieren: Jojo logra a calmar los nervios de estas personas. Las consultas son mucho más rápidas y relajadas para ellos. Para colaborar en la clínica fue necesario entrenarla y que se acostumbrara a los sonidos de los aparatos que allí se utilizan. Según declara el Dr. Paul Egger y el Dr. Thomas Resnicka, dueños de la clínica, la labor de Jojo se ha convertido en indispensable.
“Dwight” es otro grandioso «perro dentista» y se siente muy orgullo de su labor en Sulens Dental Studio, de Zanesville, Ohio (EE.UU.) . Va a trabajar todos los días al consultorio junto a su dueña. El adorable y tranquilo Labradoodle es un gran apoyo para los pacientes que sufren de ansiedad y les ayuda a estar relajados durante sus consultas. Inició su preparación como perro de terapia desde cachorro y aún se encuentra practicando y asiste a su escuela dos veces por semana. La labor de Dwight inicia tan pronto como un paciente ingresa al consultorio, los recibe y menea felizmente su cola. Si el paciente requiere de su ayuda lo acompaña durante el tiempo que dure el procedimiento.