Robots en Odontología

Los robots se han utilizado en odontología desde hace algún tiempo. En China, según el South China Post, un robot realizó una cirugía de implante dental de forma independiente sin la ayuda de dentistas. El robot fue creado entre el Hospital de Estomatología y la Universidad de Beihang. Sin la ayuda de odontólogos, colocó dos dientes artificiales en la boca de un paciente con un margen de error de 0,2-0,3 mm. Los dientes artificiales también se crearon mediante impresión 3D, lo que hizo que todo el proceso fuera completamente digital. Aunque los técnicos realizaron una práctica de los movimientos del robot para calcular la profundidad y los ángulos necesarios para colocar los dientes artificiales, todo el proceso, que duró una hora, no necesitó ningún humano.

China, que tiene la población más alta del mundo, necesita 400 millones de cirugías dentales cada año. Por la escasez de dentistas solo se realizan 1 millón de cirugías al año. De ahí la demanda de tecnología y robots para realizar cirugías de manera rápida y precisa.

Los robots se utilizan actualmente como asistentes en odontología. Yomi de Neocis, es un sistema robótico aprobado por la FDA (EE.UU.) que ayuda a los dentistas con la colocación de implantes. Un dentista de West LA se ha convertido en el primero en usarlo y ya ha realizado más de 40 implantes desde diciembre de 2021 utilizando robots.

La evolución de la inteligencia artificial y la robótica ha suscitado debates sobre el futuro de muchas profesiones, incluida la odontología. Según una encuesta realizada por New Scientist Live en el Reino Unido, más del 50% de la población teme a la inteligencia artificial. Una encuesta del respetado Centro de Investigación Pew de los EE.UU., reveló que más del 70% de los estadounidenses compartían este temor sobre un futuro en el que los robots y las computadoras podrían desempeñar numerosos trabajos humanos.

En profesiones especializadas como cirujanos y dentistas, mientras que un robot puede realizar una tarea mucho más precisa que un humano, su capacidad se limita a realizar una tarea programada por un humano. Los asistentes robóticos utilizados actualmente en odontología, aunque sorprendan por su avanzada tecnología, son guiados por profesionales humanos en los pasos necesarios para realizar una cirugía o procedimiento. Esto asegura que, si bien pueden mejorar la eficiencia y la precisión, no pueden sustituir completamente la experiencia y el juicio clínico de un odontólogo.

La robótica en odontología ha mostrado un notable progreso, especialmente en la realización de tareas repetitivas. Sin embargo, es improbable que los robots reemplacen a los odontólogos en su totalidad. La interacción humana, la capacidad de adaptación y la empatía que un dentista ofrece son aspectos que una máquina aún no puede replicar. Además, la profesión no se limita solo a la ejecución técnica de procedimientos; incluye la evaluación, diagnóstico y planificación de tratamientos personalizados, áreas donde la inteligencia humana sigue siendo insustituible.

El campo de la robótica es fascinante y lleno de potencial, pero también plantea desafíos significativos. Actualmente no existe un organismo regulador global que supervise el desarrollo de la robótica en la medicina y odontología, lo que subraya la necesidad de establecer directrices que aseguren que estos avances se implementen de manera ética y segura, priorizando el bienestar de los pacientes.
La posibilidad de una clínica dental completamente automatizada, que incluya incluso una recepcionista robótica, parece aún lejana. Aunque los robots pueden, y probablemente seguirán desempeñando un papel creciente en la odontología, el reemplazo total de los dentistas por máquinas es poco probable en el futuro cercano. El avance tecnológico en robótica plantea tanto una oportunidad como un desafío para la humanidad. La automatización, por un lado, permitirá erradicar el error humano y costará mucho menos que los gastos de mano de obra humana.

La combinación de habilidades técnicas humanas y el apoyo robótico promete un futuro en el que la odontología será más precisa y eficiente, sin perder el toque humano esencial de esta profesión.