Iniciarse en la Práctica Dental
En el mundo de la odontología, los jóvenes profesionales se enfrentan a decisiones cruciales sobre su futuro laboral. Una decisión importante para muchos dentistas recién graduados es si comenzar su propia práctica, trabajar como asociado o hacerlo como empleado en una clínica dental.
Antes de establecer su propio consultorio ¿cómo deciden los nuevos dentistas qué opción es mejor para ellos? ¿Dónde puede un estudiante aprender cómo iniciar una práctica dental? ¿Qué preguntas necesitan hacerse a sí mismos y a los demás para tomar una decisión? Es vital comprender las ventajas y desventajas de cada elección antes de tomar una decisión definitiva.
Ser empleado en una clínica dental tiene ventajas como:
- Estabilidad laboral y salarial.
- Menos responsabilidad administrativa.
- Acceso a recursos y equipos avanza-
dos sin invertir en ellos.
Pero también tiene sus desventajas:
- Limitación en la toma de decisiones clínicas.
- Menor control sobre horarios y condiciones laborales.
- Ingresos potencialmente limitados en comparación con la práctica privada.
También podríamos considerar como un beneficio de trabajar para un dentista experimentado el tener en él a un mentor y un modelo a seguir. Ser empleado le dará tiempo para mejorar sus tratamientos y ganar confianza en sus habilidades.
Trabajar como dentista empleado -o incluso asociado- elimina el estrés de ocuparse de los problemas con la propiedad.
No tendrá que contratar ni despedir personal, pagar ninguna factura mensual, tomar decisiones de marketing ni endeudarse para adquirir nuevos equipos. Deberá presentarse a trabajar, tratar a los pacientes y a cambio llevarse a casa un pago regular.
En cambio, como propietario de su propio consultorio, podrá establecer su propia visión del negocio, decidir qué tratamientos y servicios ofrecerá y elegir el personal con el que trabajará, entre muchos otros beneficios deseables.
Abrir un consultorio propio ofrece sus ventajas:
- Autonomía profesional y libertad para tomar decisiones.
- Potencial para mayores ingresos a largo plazo.
- Construcción de una marca personal y reputación en la comunidad.
Y también tiene sus desventajas:
- Mayor carga administrativa y financiera.
- Riesgo empresarial y necesidad de gestionar el flujo de pacientes.
- Tiempo y recursos requeridos para establecer y mantener el consultorio.
Es interesante poder responderse algunas cuestiones antes de decidir abrir su propio consultorio:
¿Se siente lo suficientemente cómodo y seguro para administrar un negocio?
¿Es capaz de lidiar con el estrés de gestionar al personal?
¿Está dispuesto y es capaz de endeudarse si debe comenzar desde cero?
¿Le entusiasma ser un líder para sus empleados?
Para quien no ha decidido qué camino tomar, trabajar en diferentes entornos de práctica puede ser una excelente manera de ayudarlo a decidir si desea o no comenzar su propia práctica y desarrollará la confianza que necesita para comenzar a trabajar después de graduarse.
Trabajar como empleado mientras se adquiere práctica puede ayudar a aumentar la velocidad de trabajo, aprender la dinámica de una práctica privada y a organizarse financieramente. Luego de un tiempo se podrá reevaluar la situación ya que la odontología ofrece esa flexibilidad laboral. Las diferentes opciones de práctica requieren diferentes habilidades y tipos de personalidad, pero también permiten que la odontología sea una carrera satisfactoria que brinde años de satisfacción.